Europa y EEUU, contra el proteccionismo
coreano
MADRID.- En Corea del Sur
se da una paradoja de la que se quejan periódicamente los fabricantes europeos
y estadounidenses. Y es que mientras los constructores coreanos se aprovechan de
la apertura de estos dos mercados, el suyo es, en la práctica, «cerrado e
injusto» para los automóviles extranjeros.
Así lo han vuelto a denunciar la Asociación
Europea de Constructores de Automóviles (ACEA) y el Consejo de Política de
Comercio de Automóviles (ATCP), que engloba a las principales marcas
estadounidenses.
Incluso los primeros están considerando la
posibilidad de poner en marcha una normativa, con el beneplácito de la Comisión
Europea, que penalice a los países que impongan obstáculos a las importaciones
europeas, según ha declarado Thierry Proteau, portavoz de la ACEA. Por otra
parte, tanto el presidente de la ATCP, Stephen Collins, como el secretario
general de la ACEA, Camille Blum, recuerdan que «durante una década hemos
intentado ofrecer nuestros coches a los consumidores coreanos, pero los
resultados han sido desastrosos. En 1999 sólo se vendieron en este país 2.400
vehículos extranjeros, mientras que Corea exportó un millón a Europa y EEUU».
Para ambas asociaciones, las prácticas de comercio coreanas son «inaceptables», por lo que reclaman al Gobierno de este país «una política de impuestos más justa» para los fabricantes extranjeros. También denuncian que los esfuerzos «anti-importaciones» realizados por las autoridades, que califican la compra de coches no nacionales como «antipatrióticas y extravagantes», intimidan al usuario coreano.